Antropología, la llave de la empatía

En este episodio conversamos con Roi Benítez que es antropóloga digital y fundadora de Skills4Future. Utiliza la antropología para diseñar soluciones innovadoras en tecnología, educación y cultura digital. Además, trabaja en una EdTech y es profesora en diversas instituciones académicas. Su enfoque se basa en pensar de manera sistémica y disruptiva, alejándose de soluciones lineales.

Promueve la idea de ir al territorio y comprender la complejidad del mundo para diseñar productos y servicios de manera efectiva. Su pasión por explorar fronteras y aplicar la antropología en el diseño la impulsa a tener múltiples roles y sombreros en su carrera.

¿Qué te dio la mirada de la antropología en el mundo del aprendizaje?

La antropología aporta empatía al aprendizaje. Combinando diseño de servicios, mentalidad de producto y agilidad, podemos abordar problemas de aprendizaje desde una perspectiva sistémica. Seleccionamos herramientas y enfoques relevantes para cada contexto y diseñamos programas que mezclan metodologías.

El enfoque de tres patas incluye capacitación, comunidad y conocimiento. Es fundamental considerar resultados, impacto y valor para los usuarios, así como las necesidades del negocio. No debemos descuidar ninguna de estas áreas. El aprendizaje trasciende la capacitación y se enfoca en establecer habilidades, fomentar la comunidad y multiplicar iniciativas e intervenciones.

¿Qué proyectos innovadores realizaste desde Skills4Future?

En Skills4Future, desarrollé el programa Disrupt Learning, que combina diferentes enfoques y frameworks para entrenar a directores de recursos humanos y learning. El objetivo era superar las limitaciones de las metodologías existentes y diseñar soluciones prácticas. A pesar de lanzarlo durante el Mundial de Fútbol, logré la participación de 20 personas en el programa. Mediante sesiones de diseño y trabajo colaborativo, creamos dos prototipos que actualmente se están implementando en organizaciones.

El interés y los resultados obtenidos demuestran el impacto del programa. Lanzamos una segunda edición, enfocándonos en la calidad y el acompañamiento. Esta iniciativa nació de una conversación con una amiga y superé el miedo al perfeccionismo al lanzar un MVP. Fue una experiencia valiosa para todos los involucrados.

¿Cuál fue el aprendizaje mayor que hubiese cambiado un poco o superado aún más tus expectativas respecto al programa?

El aprendizaje más importante que superó mis expectativas en el programa fue animarme a salir con un producto mínimo viable de aprendizaje. A veces, el síndrome del impostor me hacía dudar de quién se anotaría o si tendría éxito. Pero lo importante es dar el salto y salir al mercado. Aprendí que no tiene que ser perfecto, está bien lanzar algo que no sea perfecto.

También valoré la flexibilidad de mantener el programa abierto a cambios y adaptarlo según las necesidades de la audiencia. Aunque esto puede ser más difícil de estandarizar y escalar, creo que en un mundo de aprendizaje altamente personalizado, es una perspectiva válida a considerar.

Bonus track: ¿Cómo conviven o coexisten, la idea de escalar y la de generar un impacto?

La idea de escalar y generar un impacto pueden coexistir a través de la construcción de sistemas que funcionen. No todos los productos de aprendizaje son para todos, por lo que es necesario diseñar estrategias diferentes para diferentes arquetipos de aprendices dentro de una organización. Algunas estrategias pueden ser masivas y estandarizadas, mientras que otras pueden ser más personalizadas. La clave está en comprender el valor que se quiere agregar y el propósito de cada estrategia.

El proceso de discovery es fundamental para identificar patrones y tomar decisiones basadas en evidencia. Al escalar, es importante pensar en sistemas que funcionen eficientemente, especialmente cuando los equipos de aprendizaje son pequeños. La respuesta siempre está en el propósito y el valor que se busca agregar, no solo en escalar por escalar.

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