El episodio de esta semana toma un enfoque personal, ya que Fatima Oeyen comparte los detalles de una experiencia emprendedora fallida, que implicó la pérdida de los ahorros de toda una vida. La historia de superación de Fátima es realmente inspiradora y, con una notable generosidad, nos presenta cada uno de los errores que cometió al dejarse llevar por una idea sin considerar adecuadamente aspectos importantes como el equipo y el mercado.
Si eres uno de los muchos profesionales de la educación interesados en emprender en e-learning, no te pierdas la oportunidad de saber cómo fue su recuperación, hasta llegar a liderar AFEd una exitosa consultora de elearning con 19 personas.
Introducción
Fátima Oeyen es argentina y consultora en e-learning, vivió en varios países de Latinoamérica, lo que le ha brindado una perspectiva única de la vida y el trabajo. Ha estado involucrada en el ámbito de la educación durante muchos años y siempre ha tenido una pasión por enseñar. Desde el año 2008, se ha dedicado al e-learning y ha acumulado 15 años de experiencia en este campo.
Se reconoce como una apasionada por la tecnología y se considera una persona que está siempre al día con las últimas innovaciones tecnológicas. La combinación de su amor por la educación y su afinidad por la tecnología la ha llevado a encontrar su pasión en el mundo del e-learning, donde ve un crecimiento constante y emocionante en las posibilidades educativas.
¿Cuál es el caso que preparaste para compartir?
La historia que quiero contar trata sobre una experiencia emprendiendo en el campo del e-learning, específicamente sobre la creación de una empresa de capacitación para docentes.
Cuando empezamos a diseñar el proyecto en Chile, nos encontramos con que existía un organismo llamado OTC (Organismo Técnico de Capacitación) que exige para la formación docente, un conjunto de certificaciones sobre normas de calidad según ISO y otras específicas chilenas. Nos dedicamos varios meses a cumplimentar con toda la normativa y, si bien el inspector elogió la presentación realizada, tanto esfuerzo y dedicación nos desgastó antes de comenzar.
Pero estábamos enamoradas de nuestra idea, creíamos que teníamos una propuesta de valor única: Queríamos superar las restricciones presupuestarias, la falta de tiempo y recursos presentes generalmente en la formación docente, para ofrecer algo de alta calidad a los profesionales de la educación.
A pesar de mi pasión por la educación y mi experiencia en el e-learning, cometimos varios errores en el proceso y el emprendimiento no tuvo éxito.
¿Cuáles fueron las señales de que algo no iba bien, que no llegaste a interpretar?
A la distancia podría identificar varios:
- Problemas con mi socia: Elegí asociarme con una amiga, subestimando mucho todo lo asociado a emprender, me dije: “Nos llevamos bien y ya hemos trabajado juntas, que puede salir mal?”. La certificación en OTC nos desgastó y empezamos a chocar, y ella decidió alejarse del emprendimiento para preservar nuestra amistad. Esto me dejó a cargo del proyecto y me llevó a cuestionar si podía continuar sola.
- Selección de personal: En el camino me di cuenta que no tenía skills comerciales para lograr que el proyecto funcione, por eso decidí sumar a otra persona al equipo, encargada de la comercialización. La elección no fue acertada, ya que no estábamos alineados en actitud y valores para trabajar en equipo.
- Creer que emprender es fácil: Tuve una percepción inicial de que el emprendimiento era sencillo debido a mi entusiasmo y experiencia previa, pero resultó ser una equivocación.
- No saber quien es nuestro cliente: No teníamos ni idea quien era el cliente y quien el usuario, y diseñamos la solución basándonos en nuestras percepciones en lugar de partir de las necesidades reales de un cliente.
Ahora ya con un poco de distancia ¿Cuáles fueron los aprendizajes?
Esta experiencia me permitió crecer como persona y aprendí muchas cosas, entre ellas:
- El equipo debe ser complementario y estar alineado en valores: La elección de socios y miembros del equipo es crucial para el éxito de un emprendimiento. Aprendí que es esencial seleccionar personas que compartan los valores y la visión del proyecto y que tengan habilidades complementarias.
- Enamorarse del problema del cliente, no de la solución que creemos que lo resuelve: Uno de los principales errores que cometí fue enamorarme de la solución que estábamos ofreciendo en lugar de entender profundamente el problema que estábamos tratando de resolver. Esto me llevó a subestimar la complejidad del proyecto y a no considerar todas las variables necesarias para el éxito.
- Importancia de la gestión financiera: Aunque tenía un capital inicial, no calculé adecuadamente cuánto tiempo llevaría obtener un retorno de la inversión. Esto me llevó a endeudarse y a invertir más dinero del que tenía disponible, lo que finalmente resultó en dificultades financieras.
- Testeo y estudio de mercado: Realizar estudios de mercado y pruebas con usuarios es fundamental para comprender las necesidades reales del cliente y validar la viabilidad de un proyecto. No hacerlo puede resultar en pérdida de tiempo y dinero.
- Mantener una mentalidad crítica: Es importante mantener una mente abierta y crítica hacia el propio proyecto, cuestionando suposiciones y buscando mejoras constantemente. Si no puedes hacerlo por ti mismo, es útil tener a alguien que actúe como un “abogado del diablo” para desafiar tus ideas y decisiones.
¿Cómo es la segunda versión de Fátima luego de esta experiencia?
Después de enfrentar el fracaso de mi emprendimiento, experimenté una profunda transformación personal y profesional. Acepté el fallo como una parte natural del crecimiento, lo que me permitió liberarme del peso emocional que conlleva el fracaso y concentrarme en avanzar.
Comencé a estudiar para adquirir habilidades que no tenía, conseguí trabajo en una empresa como experta en e-Learning para obtener estabilidad financiera y seguir aprendiendo. Con el tiempo, y a partir del requerimiento de clientes, volví a prestar servicios de e-Learning. Luego me animé y formé un equipo comprometido y apasionado, con un ambiente de trabajo positivo y de confianza.
Esta evolución me llevó a vivir del e-learning, construir una base sólida y recuperar la confianza en mis habilidades como líder y emprendedora.
¿Qué consejo le darías a la Fatima del pasado?
Le aconsejaría que no tenga miedo de detenerse antes de tomar las decisiones importantes en su emprendimiento. A veces, frenar y tomarse el tiempo para analizar pros y contras, así como la situación en su conjunto, puede llevar a mejores resultados a largo plazo.
También le diría que ella no es el proyecto o una idea. Le recordaría que su verdadera riqueza y valor residen en su interior, en quien ella es. Centrarse en ello es fundamental.
Además, enfatizaría en la importancia de respetarse a ella misma y mantener la dignidad en todas las situaciones, ya que esto no solo genera respeto de los demás, sino que también preserva la integridad personal.
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