Esta semana conversamos con Francisco Ñato, Gerente eLearning para LATAM de Seidor, una consultora global experta en tecnología que ayuda a empresas y universidades a innovar en sus procesos. Durante la pandemia muchas organizaciones recurrieron a Seidor para explorar fuentes de innovación que mejoren los resultados y el engagement de alumnos. Con gran humildad, Francisco nos cuenta cómo fue la creación del TikTok del aprendizaje para una gran Universidad de LATAM.
¿Cuál era el reto de formación que enfrentabas?
El reto que quiero compartir estaba centrado en cómo innovar con la tecnología para satisfacer las diversas necesidades del mercado, especialmente en el sector educativo. Representando a múltiples fabricantes en diferentes aspectos, mi rol como gerente de e-learning en Seidor Latam implicaba mantener a nuestros clientes, como instituciones educativas, colegios, institutos y universidades, en un alto ranking en términos de cómo utilizan la tecnología a su favor. El reto particular que elegí surgió post-pandemia con una institución educativa de renombre en Latinoamérica. Tenían un Sistema de Gestión del Aprendizaje (LMS) y estaban creando mucho contenido asincrónico para la metodología del Flipboard Classroom, pero encontraron que la mayoría de los usuarios no consumían estos materiales, a pesar de la inversión significativa en recursos para generar cursos multimedia y otros materiales.
Nos plantearon cómo podríamos ayudarles a hablar el mismo lenguaje que sus usuarios y mantenerlos enganchados para que realmente consuman el contenido proporcionado, abordando las diferencias generacionales y las modalidades de aprendizaje en línea y semipresencial. Este reto no solo requería pensar fuera de la caja, sino que también resultó ser gratificante al buscar soluciones que resuenen con las necesidades y expectativas de los usuarios en el cambiante entorno educativo.
¿Cómo/cuál fue la innovación implementada?
Para enfrentar el reto de formación, se propuso reformatear los contenidos en micro vídeos, emulando plataformas populares como TikTok, para facilitar la absorción de contenido educativo. La innovación incluyó el desarrollo de una herramienta similar a YouTube, ajustada al ámbito educativo, que permitiría una reproducción eficiente del video según el ancho de banda, y facilitaría la creación de contenido.
Se planteó un Sistema de Administración de Contenido de Video (VCMS) para permitir a los estudiantes consumir contenido educativo a su ritmo, similar a cómo lo hacen en plataformas populares. También se propuso incluir características de accesibilidad como subtítulos automáticos, para atender a estudiantes con diferentes necesidades y preferencias de aprendizaje, optimizando así la experiencia del usuario y el proceso de aprendizaje.
¿Cuáles fueron los resultados alcanzados?
La implementación resultó en una notable diferencia, evidenciada tanto cualitativa como cuantitativamente. Los usuarios no solo consumieron más los contenidos, sino que interactuaron mediante comentarios y valoraciones, proporcionando retroalimentación valiosa. Esto también permitió solicitar reportes sobre qué cursos o videos fueron más comentados o mejor valorados, enriqueciendo la experiencia de aprendizaje.
Se consolidó una biblioteca de aprendizaje bien organizada y administrada en una sola plataforma, facilitando el seguimiento, versionamiento y acceso al material educativo. Esta implementación también benefició a los docentes, quienes podían grabarse offline con mayor calidad y estructura, evitando problemas comunes en otras plataformas como Teams o Zoom. Con el contenido ya disponible, las horas lectivas se utilizaron eficazmente para consultas y discusiones, en lugar de repetir información ya accesible.
Esta solución, aunque no es la única, se ha establecido como un recurso crucial para enriquecer la educación, con una respuesta positiva tanto de estudiantes como de docentes, augurando su utilidad en el futuro previsible.
¿Qué aprendizajes tuviste? ¿Qué harías diferente la próxima vez?
A partir de esta experiencia, aprendí la importancia de socializar los cambios con anticipación, especialmente en un entorno educativo donde las personas ya están acostumbradas a ciertas herramientas y métodos. Si hay algo que haría diferente la próxima vez, sería intensificar la socialización del proyecto desde etapas más tempranas, no solo con el equipo que lo está ejecutando y los propietarios del proyecto, sino también con los docentes y otros stakeholders clave. Invitaría a formar parte como “champions” o líderes a aquellos docentes dispuestos a apoyar y patrocinar nuestro proyecto, creando una campaña de socialización para mitigar cualquier resistencia al cambio.
Reconocí que la resistencia al cambio es algo inherente en las personas, y la adaptación a nuevas tecnologías puede generar rechazo inicial. Sin embargo, también observé que al involucrar a más personas desde el principio, se pueden obtener ideas valiosas que podrían ahorrar mucho tiempo y esfuerzo en la implementación del proyecto. Además, este enfoque colaborativo no solo ayuda a avanzar de manera efectiva sino que también enriquece el proyecto con diversas perspectivas, lo que es crucial para un proyecto educativo donde el objetivo final es mejorar la experiencia de aprendizaje para una amplia gama de usuarios.
Bonus track: ¿La validación del contenido en nuevos formatos de aprendizaje, como videos en TikTok, viene dada por la edad del que graba el vídeo y su capacidad de transmitir conocimiento, o tiene más que ver con el formato del contenido? ¿Puede una persona de otra edad grabar el mismo video y tener el mismo impacto o validez para el usuario?
Creo que tanto el formato como la persona que graba el vídeo contribuyen a la validación del contenido. El formato es accesible y atraerá al usuario a revisarlo, pero si el video es de un profesor favorito o una eminencia dentro de la institución, seguramente tendrá más vistas. Es interesante ver cómo algunos docentes se convierten en influencers dentro de la organización de manera orgánica. Además, es crucial mantener una credibilidad académica, indicando, por ejemplo, referencias bibliográficas para obtener más información.
Aunque estos nuevos formatos pueden captar la atención y proporcionar resúmenes útiles, la investigación académica y la lectura son esenciales para un aprendizaje más profundo. Los nuevos formatos pueden servir como una introducción que guíe a los estudiantes hacia una exploración e investigación más detalladas en sus estudios.
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